Cómo viajé a Nagorno Karabaj
Nagorno Karabaj, “un país que no existe” (dentro de Armenia)
Resulta que luego de la disolución de la URSS, Azerbaiyán reclamaba este territorio llamado “Nagorno.Karabaj”, “Karabaj” o “Artsakh” (nombre antiguo de la región). Sin embargo, como su gente se siente armenia (siendo una región, históricamente habitada por armenios) y no azerí, es que se proclamó su “independencia”, básicamente para que no haya problemas entre Armenia y Azerbaiyán. ¿Por qué digo que es un “país que no existe”? El tema es que sólo está reconocida por Abjasia, Osetia del Sur y Transnistria, es decir que a “nivel internacional” no está reconocido por países de la ONU. Hubo una feroz guerra entre 1991 y 1994, año en el que se produjo el cese al fuego aunque el conflicto se reavivó hace tres meses en la frontera de Karabaj y Azerbaiján y donde murieron más de 250 personas, entre ellos civiles. Así que el turismo en la región cayó mucho.Hoy en día Armenia tiene cerradas sus fronteras tanto en Turquía como en Azerbaiyán.
Para mi asombro, los argentinos estamos dentro de una “lista privilegiada”, así que no necesitamos visa para entrar al “país”. Capaz sea porque Argentina fue uno de los primeros países en reconocer el genocidio armenio. Igualmente no te estampan el pasaporte, ya que luego si quieres ir a Azerbaiyán, no estarías habilitado para ingresar …todo por haber estado en Nagorno.Karabaj
La mayoría de los que visitan este lugar son descendientes de armenios de la diáspora, más específicamente de USA, Canadá, Francia, Rusia, aunque también los hay de Latinoamérica. Así que me sentí como si estuviese en la película “Mi gran casamiento griego” pero armenio. Los armenios tienen muy buena relación con los griegos y se comparten muchas tradiciones: familias numerosas, los bailes, las comidas. Lo más fascinante, para mí, fue poder ver resabios de la guerra, finalizada hace poco más de 20 años. Por lo que es común ver tanques militares abandonados o una especie de “sogas” o “alambres” colgando de una cima de la montaña a la otra, utilizados para derribar aviones azeríes, ya que los mismos volaban a una baja altura y si chocaban contra ellos, caerían.
Su capital es Sptepanakert, donde viven 50 mil habitantes y en todo el país son un total de 150 mil, por lo que un tercio de la población se encuentra en esta ciudad llena de vida, de bares, con fuente de aguas danzantes y con wi-fi gratis en muchos de sus lugares públicos.
La ciudad de Shoushi tiene gran importancia en la historia del país ya que una vez liberada de control azerí, fue una gran ventaja para recuperar Karabaj. Su ubicación, en la cima de la montaña, era estratégica para cuando Azerbaiyán bombardeaba Stepanakert.
Es un país debido a su gente, así que hay mucha juventud y familias, es decir no han emigrado a otros países o incluso a Armenia, ya que quedarse en su tierra es una forma de constituirla, de ser fuertes y que no los puedan vencer. También, hubo casamientos multitudinarios donde se les llegó a ayudar económicamente a estas parejas locales, cosa que formen familias y se radiquen en Karabaj. Este país se encuentra rodeado de montañas, por lo que su paisaje es muy lindo. Como sus habitantes poseen pasaporte y documento armenio, es que son considerados armenios. Así que puedo decir que Nagorno-Karabaj tiene los paisajes más lindos de toda Armenia. Los armenios dicen que con Karabaj son países hermanos, así que Armenia siempre los ayuda.
La foto es en el ícono de la ciudad, «GrandMa and GrandPa». Básicamente se construyó en honor a la gente adulta de Nagorno-Karabaj. No tiene cuerpo, ya que las cabezas sobre el suelo demuestran la conexión con la tierra del lugar. Sus bocas están tapadas, porque había una costumbre ancestral donde las nueras podían hablar con sus suegros (y decirle lo que quisiesen) sólo una vez al año, así que 364 días estaban calladas. Y además porque en ciertas danzas locales, las mujeres llevan la boca tapada.
La verdad es que quedé impresionada. Había leído mucho sobre este lugar y debido a los hechos bélicos recientes dasatados a comienzos del 2016 es que me pregunté si realmente debía venir. ¡Y hoy en día puedo decir que es la mejor decisión que tomé en el último tiempo!