El Camino de Santiago, una experiencia religiosa

El camino de Santiago es una excelente forma de compartir en familia y poder enseñarle a los chicos que con poco se puede vivir, que no es necesario tener un montón de cosas (comida y un lugar para dormir a veces es suficiente); la generosidad y el esfuerzo son valores fundamentales en este recorrido.

 Se puede iniciar desde varios puntos de España y de Europa (Francia, Portugal, Alemania, Gran Bretaña, Austria).

A veces no se tiene un motivo para realizarlo aunque mucha gente lo hace por una promesa o porque capaz está en un momento de su vida especial y lo quiere hacer. Hay empresas que te llevan el equipaje y la infraestructura a lo largo del camino viene mejorando con el correr de los años.Se lo puede hacer caminando, en bicicleta o a caballo. Cuando lo inicias te dan un “pasaporte o credencial” que luego en restaurantes o alberges te lo sellan. Luego, al finalizar en Santiago de Compostela, te dan la famosa “Compostela”,  que es un documento que otorgan las autoridades eclesiásticas, certificando que se ha completado el camino ya sea con los 100 km requeridos a pie o a caballo o 200 km si se hace en bicicleta.

Una experiencia muy linda es presenciar la ceremonia del “botafumeiro” en la Catedral de Santiago. Es una tradición. Antiguamente se realizaba porque cuando venían los peregrinos (y no había toda la infraestructura que hay hoy en día a lo largo del Camino) llegaban cansados y con “olor” y se alojaban en la Catedral. Entonces la Iglesia utilizaba este incensario para ahuyentar los olores. Esta ceremonia es gratuita los viernes de abril a octubre en la misa de las 19.30 hs. Muchas veces los peregrinos pagan entre 300 a 400 euros para que se les haga una ceremonia en otros días de la semana.

Por toda la ciudad y también a lo largo del camino se pueden observar “conchas de mar” que indican hacia dónde queda la Catedral y ayudan en la señalización y orientación del peregrino para llegar a destino.

Se recomienda hacerlo en primavera u otoño por las buenas temperaturas, es decir sin tantas lluvias ni con tanto calor. Los peregrinos están por toda la ciudad y es muy emotivo verlos frente a la Iglesia para la típica foto de “llegamos”. Les recomiendo ver la película “El Camino/The Way”, con Martín Sheen. Una de las frases que más me gustó en “Es la vida no se elige, se vive”. Es muy inspiradora; estoy segura que les va a encantar! Les dejo una foto donde ligue sellito en Finisterre, donde queda el KM 0 del Camino de Santiago y donde se pueden apreciar ropa y objetos de los peregrinos que los queman o los dejan ahí como símbolo de su esfuerzo.

En algún momento de mi vida haré el camino a pie porque quiero vivir esa experiencia. En junio estuve por Galicia. No habré llegado ni caminando, ni en bicicleta ni a caballo a Finisterre ni a Santiago, pero llegué y tuve la oportunidad de  vivir un poco lo que significa hacer el “Camino de Santiago” y eso es lo que vale al fin.